martes, 20 de diciembre de 2011

Y CON LA DEUDA MÁS GRANDE DE TODA SU HISTORIA

Juan Sabines tiene a
Chiapas en quiebra

*La deuda del estado es de 9 mil 978.7mdp; podría subir a 15 mil 457.7 mdp

*Recibió el gobierno con un adeudo de 800 millones de pesos; lo incrementó 100 por ciento

*En cinco años la economía de la entidad ha crecido apenas un 0.8 por ciento


EL HERALDO DE CHIAPAS

En Chiapas, la deuda pública, contraída por el gobernador Juan Sabines Guerrero, es la más alta en toda la historia de la entidad. Actualmente asciende a 9 mil 978.7 millones de pesos y podría llegar a 15 mil 457.7 millones de pesos, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Congreso chiapaneco.
La investigación de Organización Editorial Mexicana (OEM) revela que Chiapas está prácticamente en quiebra financiera y con una deuda millonaria que tiene que pagar por lo menos en 20 años.
Y es que las finanzas no han sido nada buenas, puesto que el gobernador Juan Sabines Guerrero recibió la administración estatal con una deuda de 881 millones de pesos y la elevó 11.22 veces más y con el último préstamo que le autorizaron los diputados locales -5 mil 479 mdp- pretende que sea 18 veces más elevada de lo que la recibió de manos de Pablo Salazar Mendiguchía.
Para saldar la cuenta que contrajo el gobernador Juan Sabines ―9 mil 978.7mdp― cada chiapaneco, incluso los que viven en la extrema pobreza (4 millones 796 580 habitantes), tendría que pagar 3 mil 222.5 pesos, ya no se diga si la deuda aumenta.
“Es la deuda más alta de la historia de Chiapas que oficialmente hasta septiembre de 2011 era de 9 mil 978.7 millones de pesos, más los 5 mil 479 millones aprobados el jueves 15 de diciembre, ya serían 15 mil 457.7 millones de pesos”, explica el doctor en Economía Jorge López Arévalo, investigador de la Universidad Autonoma de Chiapas, miembro del Colegio Nacional de Economistas e integrante de la Sociedad de Economía Mundial.
Entrevistado por OEM, López Arévalo afirmó que el problema de la deuda es que no están generando condiciones para pagos futuros, sino que el dinero se está “despilfarrando” en gasto corriente. Es decir, no se invierte en obras ni en combate a la pobreza como se anuncia oficialmente.
“Chiapas no tiene condiciones para pagar la deuda, pues para que la tenga debería crecer y generar riqueza y no lo está haciendo, Chiapas no tiene condiciones para pagar porque sus ingresos propios son irrisorios y depende del presupuesto federal”.
Asimismo, López Arévalo señaló que el dinero prestado por el mandatario Juan Sabines “se usa para muchas cosas que no impactan a la economía, una de ésas es aumentar la burocracia, los gastos de representación, por eso no hay resultados en el combate a la pobreza, pues lejos de disminuir ha aumentado”, aseveró López Arévalo.
Además, de acuerdo al investigador, la economía de Chiapas del 2006 al 2010 ha permanecido prácticamente estancada. “Si lo medimos por el Producto Interno Bruto per cápita, de 2006 a 2010, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la economía de Chiapas apenas ha crecido en 0.8 por ciento, es decir, está prácticamente estancada y, lo peor, es que la pobreza ha crecido de acuerdo a Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social”.
La tasa de crecimiento de Chiapas está muy por debajo de la que se tiene a nivel nacional que es de un crecimiento del Producto Interno Bruto de 5 por ciento.
Juan Sabines Guerrero dejará a Chiapas en números rojos, al igual que lo hizo con el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez cuando fue presidente municipal, pues también dejó una deuda millonaria solapada por todos sus regidores.
Aquí en la costa de Chiapas de los miles de millones de pesos que el gobernador Juan Sabines Guerrero ha pedido prestados no se ha visto la inversión, pues no ha hecho obras de gran envergadura como lo hiciera el exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía que en Tapachula hizo el Par Vial.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Embalsamamiento: La antesala de los muertos


***En lo que va del año 20 mil 625 personas han muerto en Chiapas, según la Conapo; mucho trabajo para las empresas que viven de la muerte

Texto: OSWALDO RODRÍGUEZ
Fotos: ULISES LÓPEZ

Es una mujer de edad avanzada y en su “despedida familiar” porta su ropa favorita: un suéter de estambre negro y un oscuro vestido con estampado de flores rojas; con la luz mortecina de la lámpara su rostro luce rozagante y sereno. Parece dormida... pero no lo está.
Horas antes, su palidez era como el claro de la luna y de aspecto abatido; su cuerpo estaba rígido y maltrecho pero el trabajo de embalsamado al que fue sometida la dejó con la apariencia que tenía en vida.
El trabajo de “preparar” a lo muertos es una práctica que data del antiguo Egipto pero a diferencia de los 70 días que se requería para el proceso de embalsamamiento, hoy tarda de entre 30 a 40 minutos en casos de muerte natural o hasta dos horas cuando fallecen por decesos violentos, como accidentes.
Al desfigurado se le reconstruye el rostro y a los desmembrados se les une parte por parte como si se tratara de armar un rompecabezas; al final el resultado debe asemejarse a su otrora fisonomía.
A Tonatiuh Minero Ortiz y Erick Hernández Montes, ambos histopatólogos embalsamadores egresados del Instituto de Medicina Forense en la Universidad Veracruzana (UV) —de Boca del Río—, les ha tocado de todo pues en apenas dos meses 79 cadáveres han sido arrojados en vía pública en su ciudad.

—Desde baleados a decapitados, sobre todo ahora que la ola de violencia ha aumentado en Veracruz, dice Tonatiuh.

Su compañero se reacomoda en el sillón de la funeraria y completa:

—Hubo casos en que sólo nos llevaban la cabeza o por lo contrario, sólo nos entregaban el cuerpo.

Y, ¿qué hacían con ellos?

—Trabajábamos con lo que teníamos, aplicando los mismo procedimientos del embalsamamiento.

¿Cómo?

***

El ambiente es fresco, cálido y nada lúgubre; si no fuera por la cruz y las flores, el lugar podría pasar como la recepción de un hotel e incluso como el interior de un templo cristiano. No lo es. Es una blanca capilla de velación, con ventanas grandes y lámparas de led cuya luz se refleja en las losetas aperladas y pulcras.
Los exalumnos de la UV visten de ropa casual pues el Día de Muertos no hubo clientes; los jóvenes —de entre 24 a 27 años de edad— fueron traídos por la Funeraria “Jardines del Edén” para prestar sus servicios, pero también lo hacen de manera provisional en el Servicio Médico Forense (Semefo) de la capital chiapaneca.
Tonatihu, de semblante reservado, cuenta a detalle el proceso del embalsamamiento; se ve inmerso en cada relato y sus ademanes fluidos hacen imaginar que en medio de nosotros hay un cadáver.

¿Cómo se embalsama un cuerpo?

—Depende de la causa de muerte —contesta— cuando es causa de algún accidente o de forma violenta, es el personal del Semefo el que se encarga de la necropsia, que consiste a rasgos generales en extraer con un hidroaspirador o troquer el exceso fecal y los gases que pueden acelerar el proceso de putrefacción.

Erick, que pocas veces interviene en la charla, agrega:

—Para ello se hace una incisión que va de la parte baja del cuello al inicio del pubis, valiéndose para su conservación de polvos necropsiadores y de químicos como el conocido formol.

Tras ese proceso, el cadáver se instala en un una plancha metálica, con el bisturí se realiza una incisión de cinco centímetros en el área femoral y en las carótidas (a los costados del cuello); se busca la arteria, donde se conecta una cánula (sonda) a la bomba de inyección para aplicar el líquido conservador. La cantidad de la solución dependerá de la estatura y el peso de la persona pero no puede exceder los ocho litros; si no, el cuerpo podría explotar.
Mientras el líquido preservador se desplaza por todo el cuerpo, se desangra al cadáver con un proceso invertido y posterior a ello, el embalsamador da masaje a las extremidades para que la solución ingrese en piernas y brazos. Un proceso de entre seis a 10 minutos.
La sangre deja de salir y la solución se esparce por todo el organismo, después se limpia el cuerpo e inicia el proceso de sutura; se liga la arteria y la herida.
En el abdomen y el esternón—en el caso de los necropsiados— se coloca formol en líquido justo en la sutura que se asemeja a una malla cocida. Lavan una vez más el cadáver, lo secan con una toalla y colocan gasas por los orificios donde ingresó la sonda.
El último paso, es la preparación estética, se inicia con el rasurado, el corte de uñas y se procura inhibir la rigidez cadavérica moviendo las extremidades, para terminar con el vestuario.
Gracias a un conservador especial, la piel comienza a perder las marcas de sangre coagulada; parece más rosada y normal, similar a la de alguien vivo, sin embargo, es muy plástica al contacto, como si la cubriera una capa de pegamento.



***

Según la tasa bruta de mortalidad del Consejo Nacional de Población (Conapo), en lo que va del 2011 se han registrado en Chiapas poco más de cuatro defunciones por cada mil habitantes; considerando que la población en nuestro estado con base al último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía es de 4 millones 796 mil 580, entonces han muerto este año alrededor de 20 mil 625 personas. Mucho trabajo para las empresas que viven de la muerte.
De acuerdo al apartado de Funerarias de la Sección Amarilla, en Tuxtla Gutiérrez laboran 16 establecimientos de este tipo; sin embargo, si se toma en cuenta a las no registradas en ese directorio, la cifra puede sobrepasar las 20.
Pese a ello, en México no existen muchos lugares para prepararse como histopatólogo embalsamador, únicamente la tienen —como carrera técnica— la Universidad de Veracruz y la de Nuevo León en nivel medio superior, o el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica como técnico en salud, y cursos privados.

—Varios embalsamadores se han formado de manera empírica—, cuenta Alejandro Vargas, gerente de la Funeraria “Jardines del Edén”, quien se suma a la plática.

La compañía “fúnebre” a la que representa trabaja desde hace cuatro años con fomentar la prevención de gastos en casos de muerte. “Una idea tabú para la gente”, al extremo de que algunos la tachan de “mal agüero”; sin embargo, “es un plan a futuro, una forma de enfrentar mejor los problemas”, aclara.
Después de la entrevista, recorremos los pasillos, ningún féretro está a la vista, la exhibición está resguardada en un reducido cuarto blanco —en el segundo piso—, con nichos en las paredes de los costados, para colocar las urnas y los ataúdes.
Hay también un área de descanso, una cafetería anexa a la capilla de velación y oficinas para la atención a los clientes; el parque funerario está en la salida suroriente de la capital, a varios kilómetros de las instalaciones.
Dos horas después, la charla termina; Alejandro me acompaña hasta la salida y se despide con una singular sonrisa:

—Un gusto y bienvenido a tu funeraria.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Historias de la Caravana por la Paz


*Desapariciones, violaciones y muertes son las constantes

OSWALDO RODRÍGUEZ

San Cristóbal de Las Casas.- El grito de “Viva México” se ha vuelto “impronunciable porque… la memoria de la independencia y la libertad está dolida y traicionada”, dice Javier Sicilia entre la lluvia que azota el paso de la Caravana por la Paz pero que no la detiene.
Es un contingente de más 520 personas provenientes de 21 estados y 120 organizaciones civiles, la voz que mezcla el reclamo indígena por sus tierras, el migrante “violentado” en la frontera; las familias que han perdido la hija, el hijo, la madre o el padre en los “levantones”; y el eco que resuena en las pancartas de los desaparecidos del Norte, Centro y Sur del país.
Las pancartas “hablan”, el grito se convierte en silencio y el silencio en historias. Entre el tumulto que arriba en 14 autobuses, destaca “el Hombre Árbol”; camina a pasos agigantados entre la multitud, porta una camisa extravagante cubierta de ramas que suben hasta su cabeza y un pants café con los apellidos Malvido y Conway escritos en letras metálicas sobre sus rodillas.
Entre la llovizna, “el Hombre Árbol” ondea con la mano derecha la bandera con el lema “Alto ecocidio nacional”; mientras que con la izquierda agita un cartel con el rostro de Rafael Malvido Conway, atravesado por la palabra JUSTICIA.
Rafael, ambientalista, murió hace 14 años a manos de un hombre apodado “El Chino” y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal dejó en el olvido su asesinato; nueve años después, su hermano Enrique marchó con una cruz de madera hasta la Suprema Corte de Justicia pero su voz no fue escuchada.

“NO HE TENIDO TIEMPO PARA VERLOS”
Como “El Hombre Árbol”, un padre sonorense exige justicia; su hijo y tres de sus amigos presuntamente fueron secuestrados por la Policía Municipal de Ciudad Obregón, Hermosillo. Los cuatro jóvenes iban a bordo de un vehículo cuando a las 7:30 de la noche del 1 de julio, una patrulla inició una persecución contra ellos; se escuchaban balazos.
Los estudiantes Jorge Mario Morelos, José Francisco, Mario Enrique Díaz Islas y Otero huían de los agentes con miedo a que una bala les quitara la vida; lejos de los oficiales, los cuatro descendieron de la unidad y la dejaron abandonada.
A 27 kilómetros de donde inició la persecución, entraron a una tienda de autoservicios OXXO y Jorge recargó 30 pesos de tiempo aire y se comunicó con su padre. Le puso al tanto de lo sucedido.
De pronto, con una voz agitada su hijo le grito: “Vienen por mí…” y le arrebataron el teléfono. Trató de comunicarse con Jorge pero la llamada entraba a buzón. Dos horas después, a las 10:18 de la noche, la hermana del secuestrado intentó de nuevo y está vez le contestó una voz extraña.
—¿Quiénes son ustedes?
—Tranquila, aquí los que hacemos las preguntas somos nosotros, pásame a tu papá.
Le pasó el celular a su padre y su rostro palideció. Las personas le exigían 30 mil pesos para liberar a su hijo. Era un secuestro.
Los plagiadores cedieron la bocina a Jorge.
—No te mortifiques papá, dile a mi mamá que estoy bien, los señores me van a soltar, le dijo.
Fueron las últimas palabras que escuchó de su hijo, hasta hoy no ha vuelto a saber de él. El padre Interpuso su denuncia a la Fiscalía junto con unos videos que habían capturado el momento del “levantón”, nunca llegó contestación ni respuesta; después sacó un registro telefónico de las llamadas que recibió ese día y una de ellas provenía de la Procuraduría General de Justicia de Sonora, la misma fecha y hora en que recibió la llamada de los secuestradores.
El 2 de agosto fue recibido por el procurador de Justicia y al preguntarle acerca de los videos, el funcionario respondió a secas: “No he tenido tiempo para verlos”.

VÍCTIMAS DEL SUR
Las historias también son contadas por otras voces, la del familiar adolorido o desde la del amigo cercano, la portavoz de Rosa es una mujer indígena representante del grupo de protesta “La Voz del Amate”; ella cuenta que su amiga fue secuestrada hace tiempo, tenía cuatro meses de embarazo y aún así sus plagiadores la torturaron.
Días después la liberaron pero a causa de los golpes que recibió en el vientre su hijo nació con parálisis cerebral, apenas disfrutaba de su bebé cuando fue detenida junto a su esposo por un delito prefabricado. Hasta hoy, ignoran de qué se les acusa.
A más de 212 kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, otra mujer fue víctima de la injusticia, prefiere omitir su nombre porque el temor sigue latente. Narra que un grupo de 18 personas allanó su vivienda en Comitán de Domínguez, sin una orden de cateo o algo escrito. Nunca supo quiénes eran pero iban uniformados.
Tras interponer la denuncia, empezó a recibir amenazas telefónicas hasta que el 25 de agosto del año pasado la secuestraron, la torturaron y… hace una pausa, sus ojos se cristalizan y una lágrima rueda por sus mejillas, su mandíbula tiembla y casi en susurros completa… “me ultrajaron”.
Fuera del auditorio en que hace momentos subió al estrado, se le ve impaciente, con disimulo me ve de reojo, no accede a la entrevista.
“Ya está cayendo la noche y es peligroso, ya me quiero ir” me contesta. Camina hacia el oriente y acelera el paso para no desprenderse de la multitud que le ha sacado metros de distancia.

EL VAQUERO GALÁCTICO
De entre la multitud también destaca el hombre que porta una pancarta con la foto de “El Vaquero Galáctico”, su hijo, un joven que actuaba en lugares públicos como estatua humana. Se vestía con sombrero y lentes, y se pintaba el cuerpo de plata para parecer una efigie metálica a escala.
El “Vaquero Galáctico”, como lo conocían en el Norte, fue “levantado” por tres patrullas de la Policía Municipal de Nuevo León, presuntamente por trabajar en la vía pública. A partir de ahí, la estatua humana desapareció y ni sus propios padres volvieron a saber de él.
Los elementos responsables —dijeron los testigos— fueron los de la unidad 534, 538 y 540, sin embargo, a pesar de la denuncia, los oficiales están libres.
Su padre recurre con frecuencia ante las autoridades y la voz es la de siempre: “Estamos investigando”. Vio un destello de esperanza cuando se reuniría con el alcalde, pero éste nunca llegó.
Como ésta, las historias de desapariciones abarcan familias casi completas, como la que cuenta Gabino Gómez, un portavoz que ha participado en la Caravana de la Paz desde sus inicios y además se manifestó a lado de Marisela Escobedo.
Fue el 19 de junio, justo cuando celebraban el Día del Padre en la colonia Anáhuac, del municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua. Dos hombres ingresaron a la fiesta y con arma en mano dispararon al aire, la familia Muñoz Veleta se comunicó a las autoridades y los policías se negaron a detener a los pistoleros.
Estaban indignados e impulsado por la furia, uno de los hombres de la familia abordó la patrulla y la alejó 200 metros fuera de su casa.
“Aquí está las llaves de su camioneta, no sirven para nada”, les reclamó.
Horas después, los hombres armados regresaron a pedir disculpas a la familia luego de que la celebración había terminado. Dieron las 10:00 de la noche y la familia estaba recostada.
De pronto, un despliegue de entre 10 y 12 vehículos negros particulares se conjuntó en la vivienda e irrumpieron el domicilio. Las personas a bordo de las unidades sacaron a rastras a Toribio Jiménez Muñoz, de 61 años; Guadalupe, Hugo, Jaime y Óscar Muñoz, Nemesio Solís González, de 41, sobrino de Toribio; Luis Romeo Muñoz, de 21 (nieto); y Óscar Guadalupe Cruz Bustos, también de 21 (yerno).
Algunos integrantes se refugiaron y alcanzaron a ver que uno de los hombres portaba la camisola de la Policía Federal pero además se percataron de que, a sólo unos metros, estaba aparcada una unidad de la Policía Municipal con sus elementos presenciando el hecho. La denuncia fue interpuesta y a más de tres meses, las investigaciones siguen truncadas.
Las historias de la Caravana continúan con cada paso, unas nacidas desde el peligro de sobrevivir, de correr el riesgo e ir contra la corriente y otras por equivocación e injusticia. La marcha, la tarde de ayer, partió para Ocosingo y trata de ser el correctivo a la herida abierta en el Norte del país que se ha convertido en gangrena dispuesta a devorarlo todo, como mencionó Javier Sicilia en Oventic, Chiapas, en medio del pueblo que cubre su rostro con pasamontañas.

martes, 13 de septiembre de 2011

Presunta persecución a periodista






















*Con el incidente del sábado anterior, es la tercera vez que atentan en su contra

OSWALDO RODRÍGUEZ

Su esposa vive con miedo, es la tercera vez que su cónyuge sufre un atentado de parte de las propias autoridades de Simojovel y las instancias de gobierno siguen sin responderles.
La tarde de ayer, Carlos Alberto Gordillo Velasco, corresponsal de este medio, fue dado de alta del Hospital Regional “Rafael Pascacio Gamboa” después de ser internado a causa de una golpiza que lo dejó inconsciente.
Sin embargo, las secuelas aún persisten; el reportero presenta derrame en los ojos, golpes en la espalda y heridas en el abdomen, justo alrededor de la cicatriz que le provocó el navajazo asestado por un presunto asaltante el pasado 2 de mayo. Luego se enteraría que era un “mensaje” de arriba.
Meses después, el 31 de agosto de este año, fue detenido más de 24 horas en la Procuraduría General de la República (PGR), Delegación Tuxtla Gutiérrez, por la prefabricación de un delito imputado al parecer por el presidente municipal de Simojovel, Juan Gómez Domínguez, a causa de las publicaciones del corresponsal.
La razón: presunto responsable del delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacional, así como por la posesión de cuatro cartuchos. Tras su liberación bajo fianza, Gordillo Velasco aseguró jamás haber tocado el arma y solicito en el oficio AP/PGR/CHIS/TGZ.21/506/2011 una investigación minuciosa y el estudio acerca de las huellas dactilares en la pistola y los cartuchos.
Luego de 10 días, recibiría otro ataque en su contra.

LOS HECHOS
Eran las 11:00 horas del sábado 10 de septiembre, Humberto Hernández Hernández —amigo de Carlos— tocó a su puerta para solicitarle ayuda pues su vehículo había quedado “tirado” en la salida de la localidad.
El periodista abordó una camioneta Chevrolet roja junto a Humberto y solicitó a su compañero Efraín Mazo que los acompañara; pasó por el Parque Central y apenas notó un rápido movimiento de los policías municipales pero no le tomó importancia.
A tres cuadras, en la Avenida Constitución, las dos patrullas venían tras de él y pensó que iban a un servicio, entonces sacó la mano de la ventanilla para cederles el paso con un ademán.
Apenas se orillaba cuando la primera unidad policiaca le cerró el pasó y la segunda se aparcó detrás de su camioneta. Los uniformados descendieron de las patrullas y golpearon su camioneta. Por temor, Carlos cerró sus ventanillas.
Con gritos le ordenaban descender y al oponerse, le rociaron gas al interior de la cabina; él y sus acompañantes abrieron las portezuelas. Fue entonces que los uniformados comenzaron a agredirlo con patadas y puños hasta dejarlo inconsciente. De los demás, nada recuerda.
No obstante, en varios videos subidos a “Youtube”, se percibe cómo los policías bajan semidesnudo al periodista y lo llevan hacía la góndola con varios golpes en el rostro. Algunas imágenes son casi imperceptibles por la oscuridad pero se escucha la indignación de los testigos.
Después de la golpiza lo arrojaron a la celda y, según le informaron a sus familiares, convulsionaba dentro así que fueron los propios reos que solicitaron la ayuda de los policías. “Sonaban las rejas”, les dijeron.
Horas después, lo sacaron de la estación para trasladarlo al Centro de Salud, imágenes que también se aprecian en los videos subidos a la red.
Mientras el periodista era atendido, Francisco Alberto Díaz Hernández, líder del grupo de taxistas CNCC “Militancia Efectiva”, y los integrantes de éste, rodearon la acera para no dejar salir a los policías pero estos brincaron la barda y se escaparon por un barranco. Del otro lado, una patrulla los esperaba.
Fue alrededor de la 4:00 de la madrugada del domingo que Carlos Gordillo fue enviado al Hospital Regional de Tuxtla Gutiérrez para descartar lesiones internas. Apenas ayer fue dado de alta.
En la entrevista, se le pregunta si reconoció a los responsables y responde de inmediato: “Sí. Uno era el comandante de la Policía, Sebastián Ruiz Vázquez”, incluso refiere que entre risas le comentó antes de propiciarle el primer puñetazo: “Si nos vas a demandar hijo de la chingada, demándanos bien, pero aquí ya te llevó la chingada”.

MANIFESTACIÓN
A causa de lo suscitado, el grupo “Antorcha Campesina” efectuó un plantón en la Presidencia Municipal de Simojovel para frenar el hostigamiento, la persecución policiaca y exigir la libertad de expresión a los comunicadores. Lo mismo hará mañana, la CNCC “Militancia efectiva”.
Hasta hoy, el reportero ha girado dos oficios a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra Periodistas pero no ha recibido respuesta. Demandará de nuevo y esta vez espera que los encargados le den una hojeada siquiera.
Luego de salir del hospital, la pareja regresará a su lugar de origen, su esposa vuelve con miedo porque en su localidad —dijo— la Policía Municipal no resguarda su integridad, por el contrario… atentan contra ella.

VIDEOS DE LA AGRESIÓN
http://www.youtube.com/watch?v=0IEP9ejlDow&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=Cq_vet-hwJk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=x0B6fZDiq6M&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=iTRVr4apl5M&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=X2fkQWBdG-E&feature=related

sábado, 10 de septiembre de 2011

FRENTE AL PANTEÓN DE TERÁN

Viaje final

*Fue atropellado por una camioneta y minutos más tarde falleció en el hospital

OSWALDO RODRÍGUEZ
Fotos: ULISES LÓPEZ

Su viaje en bicicleta terminó en tragedia; un doble impacto sufrido cerca del panteón lo llevó a la muerte.
Era las 7:50 de la mañana del sábado, cuando el ciclista descendía de su domicilio en el callejón Santo Domingo de la colonia Loma Bonita, Terán, rumbo al centro.
Había recorrido más de un kilómetro desde su vivienda y en la Carretera Emiliano Zapata, justo frente al Panteón Municipal de Terán, sucedió la desgracia. Teresa de Jesús Fuentes Utrilla de 33 años de edad, intentaba descender de su Nissan Chasis azul (placas DA 41 113) y don Leonel Velázquez de los Santos, de 52 años, se estrelló contra la portezuela.
El impactó le hizo perder el equilibrio y cayó en medio de la vía, justo en el momento en que una camioneta Chevrolet Silverado, con matrícula DRH 76 20, pasaba por el lugar. La unidad conducida por Julio Jonathan Capetillo Cigarro, de 27 años, arrastró al ciclista. Quedó semiinconsciente metros adelante, con la mitad izquierda del rostro ensangrentada y raspones en el pecho, abdomen, rodillas y brazos.
Se escuchaban quejidos… lamentos, dijo uno de los testigos y de inmediato marcaron al número de emergencias. Al poco tiempo, acudieron los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana e iniciaron con los primeros auxilios; enseguida, abordaron al herido en la ambulancia y lo trasladaron de urgencia a la Clínica “5 de Mayo” del Instituto Mexicano del Seguro Social. El reporte de su estado de salud era impreciso.
Mientras tanto, en la escena del accidente, ambos conductores fueron subidos a dos patrullas de la Secretaría de Tránsito y Vialidad municipal para llevarlos en calidad de detenidos ante el Ministerio Público correspondiente.
Eran más de las 8:30 de la mañana, la vía estaba despejada y los automóviles implicados en el percance iban rumbo al corralón en turno; minutos después, llegó la noticia: Leonel Velázquez de los Santos había fallecido.

martes, 2 de agosto de 2011

EN EL ESTACIONAMIENTO DE “LOS BISQUETS BISQUETS OBREGÓN”


Violento asalto
a mano armada

Una persona fue herida de bala en la pierna derecha, mientras que su acompañante recibió un cachazo en la cabeza

OSWALDO RODRÍGUEZ
Fotos: ULISES LÓPEZ

Con violencia, un par de asaltantes hirió con armas de fuego a dos personas durante un atraco perpetrado en el estacionamiento de “Los Bisquets Bisquets Obregón” del lado poniente, la tarde de ayer. Los heridos fueron trasladados de urgencia al Hospital Regional “Dr. Rafael Pascacio Gamboa”.
De acuerdo a la información oficial de la Policía, Abimael Marín Argüelles, de 57 años de edad, junto con Luis Daniel Rocha, de 26, habían efectuado una transacción bancaria en la sucursal de Bancomer situada en la 14ª Poniente y bulevar “Belisario Domínguez”.
Después de retirarse del banco, al parecer abordaron una vagoneta Ford Lobo, color vino con matrícula de circulación MAN-57-29 del Estado de México, pero al percatarse que dos personas los seguían ingresaron al estacionamiento del mencionado negocio para resguardarse.
Al descender de la camioneta, minutos antes de las 15:00 horas, los delincuentes sacaron un arma corta, apuntaron directo a la frente de sus víctimas y amenazaron con disparar si se oponían al asalto.
Los agraviados escucharon con una voz golpeada las palabras de uno de los atracadores “denme su celular y su cartera, ¡rápido!”, frase que repitieron varias veces.
Entonces, notaron que la persona del arma en mano estaba nerviosa; temblaba y tenía todo el rostro sudado. Las amenazas a gritos aumentaron y el asaltante decidió accionar la pistola, asestándole a Marín Argüelles un balazo que cruzó su extremidad derecha, justo a unos centímetros de la entrepierna.
En seguida, su compañero forcejeó con el delincuente y éste lo golpeó con la cacha del revolver en la cabeza, lo que le provocó una herida que sangró de inmediato.
Según la Policía Municipal, les despojaron 10 mil pesos y dos celulares, aunque estiman que el botín con el que huyeron los ladrones pudo ser mayor.
Los lesionados salieron a pedir auxilio y el vigilante del restaurante se comunicó a los números de emergencia.
En poco tiempo, un agente motorizado que rondaba por la zona arribó al lugar y pidió refuerzo de más elementos policiacos, así como el apoyo de las corporaciones médicas.
En minutos se conjuntaron varias patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Policía Estatal Preventiva (PEP), brigadistas motorizados de primer contacto del Sistema Estatal de Protección Civil, paramédicos de PC municipal y de la Cruz Roja Mexicana.
En versión de uno de los socorristas, la pierna de la persona baleada tenía un orificio de entrada y salida, y su acompañante una herida de por lo menos cinco centímetros detrás de la cabeza.
Los servicios médicos proporcionaron la atención prehospitalaria, pero luego trasladaron a los heridos al Hospital Regional para continuar con las asistencias.
Según los uniformados, ambos infractores eran de complexión robusta, uno de ellos con tez morena, cabello rizado y portaba una camisa a cuadros; mientras que su acompañante llevaba unos anteojos y camisa color rojo.
Más de media hora después del hurto, se sumaron al llamado de auxilio elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), y agentes de la Policía Especializada de Chiapas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes iniciaron con la búsqueda del posible cartucho percutido al interior del estacionamiento.
Sin embargo, no se supo si los oficiales encontraron el artefacto, pues el acceso a la prensa fue restringido, ya que los uniformados de ambas corporaciones se interpusieron en las entradas del sitio.

jueves, 28 de julio de 2011

EN CHIAPA DE CORZO



Hallan cadáveres de
los tres ahogados

• Fueron rescatados dos días después de que los arrastrara las corrientes del río Grijalva, en el remanso de la localidad Nueva “Villahermosa”

OSWALDO RODRÍGUEZ
Foto: ULISES LÓPEZ

El paseo se convirtió en tragedia, las corrientes del río Grijalva arrastraron a un joven y dos menores hasta dispersarlos a lo largo del segundo río más caudaloso del país; su paradero era impreciso hasta que dos días después de una intensa búsqueda, los cadáveres fueron hallados entre los márgenes del Grijalva, en Chiapa de Corzo.
El lunes, la familia había partido de su domicilio en la colonia Miravalle de la capital, un día después del cumpleaños número ocho de Alejandra Guadalupe González Gómez, la mayor de cuatro hijos.
Ese domingo ella y sus hermanos, Gladys Esmeralda, de 6 años y el varón de 7, salieron a Convivencia Infantil a dar un paseo junto a sus padres, el bebé de dos años —aún en brazos— y su primo Nicolás González Pérez, de 20.
“Era el primo consentido y a donde sea que iba, los niños lo seguían”, dijo una conocida de la familia.
Los González Gómez partieron al siguiente día con destino a Villa de Acala y decidieron apostarse en las márgenes del afluente, situado en la localidad Nueva Villahermosa del mismo municipio.
Transcurrió el tiempo y pasadas las 15:00 horas sucedió la tragedia; el agua se agitaba, cuatro menores manoteaban sobre la superficie del río y los gritos eran cortados de tajo al sumergirse. El primo y su hermano se lanzaron a rescatarlos. Dos lograron salir pero el otro par —junto con Nicolás— fue “devorado” por el remanso. Eran la hija mayor del matrimonio y Gladys, quien cumpliría siete años el próximo miércoles 3 de agosto.
Entre la desesperación y la angustia, el reporte del incidente fue hecho a las 16:20 horas a los números de Protección Civil de Villa de Acala. La búsqueda inició 40 minutos después, con más de 40 elementos del Sistema Estatal de Protección Civil y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSyPC).
Las primeras 24 horas de búsqueda fueron infructuosas, el equipo partió desde Nueva Villahermosa hasta el Cañón del Sumidero; se sumaron a ellos un equipo especializado de buceo pero el resultado fue el mismo.
Fue a eso de las 10:00 de la mañana del miércoles, que el grupo de Unidad de Rescate y Operativos Acuáticos (UROA) de la SSyPC dio con el primer cadáver en el tapón del río Grijalva; se trataba Nicolás González Pérez, quien yacía con los brazos rígidos por delante y el cuerpo enrojecido.
El joven era oriundo de la localidad de Tenango, municipio de Ocosingo, pero de muy pequeño emigró a la capital a vivir en casa de su hermano (el padre de las dos niñas perecidas). Años más tarde entró a laborar en un expendio de puerco de la empresa “Don Paco”, en el que trabajaba actualmente.
Era de complexión robusta y su físico lo hacía parecer a simple vista como una persona mayor de 20 años.
Los oficiales llevaron su cuerpo a la superficie, estaba cubierto con una bolsa verde que dejaba expuesto su rostro y pecho. Así lo mantuvieron por más de media hora en espera a peritos del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes arribaron minutos antes del mediodía.

PEQUEÑOS CUERPOS INERTES
Desde el día en que desaparecieron, la madre de las niñas esperaba en Villa de Acala el cuerpo de sus pequeñas, “no se movería de ahí” había sentenciado. La noticia le llegó de golpe, el cadáver de su cuñado había sido rescatado de entre los residuos flotantes del tapón, pero de sus hijas aún no tenían pistas.
Su esposo y su suegro iniciaron el papeleo para los servicios funerarios del occiso; sin embargo, ella seguía esperando.
Pasaron dos horas del primer hallazgo y a la cuarta, el equipo UROA y Protección Civil informaron que las dos menores ahogadas ya había sido localizadas. Los datos preliminares manejaban que los cuerpos fueron encontrados inertes en un remanso de la localidad de Adolfo López Mateos, en Villa Acala.
Más tarde, una fuente confidencial del Sistema Estatal de Protección Civil confirmó que los restos fueron rescatados en los márgenes del río Grijalva en la localidad de Chiapa de Corzo.
Minutos después fueron llevadas en una lancha hasta las márgenes del afluente y posterior a ello siguieron de nuevo a su primo pues —al igual que Nicolás— los periciales las trasladaron al Semefo para efectuarles la necropsia de ley.
Las aguas del río Grijalva que arrastraron y dispersaron a las hermanas y su primo, los devolverían 48 horas después a sus familiares, más allá de 15 kilómetros de donde perecieron ahogados.

martes, 26 de julio de 2011

EN LA CARRETERA TUXTLA-SAN CRISTÓBAL


Asalto a mano armada
en un autobús de pasaje

Les despojaron de 250 mil pesos en efectivo y ninguna autoridad ha volteado siquiera a verlos

OSWALDO RODRÍGUEZ

Partieron de la capital a bordo de un autobús al menos 19 pasajeros, entre niños, mujeres y ancianos; su viaje tendría escalas en Comitán, Lagos de Colón hasta llegar a La Mesilla, pero su ruta cambiaría por completo.
El grupo de pequeños comerciantes tendría el peor viaje de su vida. Fueron asaltados a mitad de la noche en el kilómetro 28 de la carretera Tuxtla-San Cristóbal por una banda de hombres armados; el auxilio aparecería tres horas después del reporte y las autoridades hasta ahora siguen sin voltear a verlos.
Indignados, los agraviados platicaron para “El Heraldo de Chiapas” lo ocurrido esa noche del miércoles 20 de julio del presente año:
El autobús de pasajeros ingresó en el carril 4 A de la plaza de cobro Chiapa de Corzo a las 22:37:12 horas, según marca el ticket de cuota; pasaron los primeros kilómetros sin percance; sin embargo, alrededor de las 23:05 horas, en el kilómetro 28, un fuerte sonido se escuchó en el costado de la unidad, le siguió otro ruido intenso que destruyó el cristal del camión.
—¡Son disparos! pensó uno de los pasajeros.
—¡Nos van asaltar! ¿Qué hacemos?— Preguntó al encargado del grupo.
—Échales el carro encima— respondió.
Antes de emprender la maniobra, una camioneta Nissan le cerró el pasó y de la góndola brincaron dos personas armadas; una se dirigió a la ventanilla del chofer y le puso el cañón de una escuadra en la sien; mientras, la otra ingresaba por la puerta del autobús.
—Jálate, cabrón— advirtieron los delincuentes.
El operador del autobús siguió su trayectoria y a los pocos metros fue obligado a desviar su camino hasta ingresar 400 metros dentro de una solitaria vereda; era un lugar oscuro, lejos de la luces de la carretera.
En el lugar, los demás asaltantes descendieron de su camioneta, eran seis en total, todos cubiertos con una tela blanca que únicamente exponía el contorno de sus ojos.
—¿De dónde son?
—De Tuxtla— respondieron casi a unísono.
—¿A dónde van?
—A La Mesilla.
Después del breve cuestionamiento, los delincuentes bajaron a los pasajeros, dos se encargaron de escudriñar el interior; otro par, de revisar a las personas mientras los restantes encañonaban con “cuernos de chivo” a los comerciantes, quienes eran obligados a permanecer hincados y con las manos por detrás de la cabeza.
La revisión era exhaustiva e indignante, al grado de que algunas mujeres fueron registradas por debajo del pantalón hasta tocarle sus genitales.
Los afectados gritaban de miedo y angustia. Por ello, el encargado indicaba a los delincuentes que no les hicieran daño. Otra voz se escuchó en el fondo:
—No sean malos, trabajamos por necesidad— dijo una mujer del grupo.
—Nosotros también robamos por necesidad— contestó el “Chavo”.
El atraco duró más de 40 minutos pero para muchos parecía que el tiempo se había detenido.
El que daba las órdenes, mandó al “Chavo” a desprender con una navaja el estéreo del camión y lo hizo enseguida. Después, fue por las llaves del autobús.
—Ya tienen lo que querían, no nos van a dejar aquí, objetó el conductor.
El que daba las órdenes subió al camión y lo encañonó: “¿Te vas a poner cabronsito?”, le dijo. De inmediato, el camionero entregó las llaves y el delincuente informó a las víctimas que dejaría la llave a la entrada de la vereda pero tenían que esperar media hora para poder ir por ellas. Así lo hicieron.
Los infractores se llevaron consigo alrededor de 250 mil pesos en efectivo y demás pertenencias de los asaltados.

“VALIENTE” AYUDA
Luego de librarse de la vereda, los afectados salieron a pedir ayuda a orilla de la autopista pero nadie respondía; entonces, el encargado caminó otro kilómetro más hasta que observó dos “rayitas” de señal en el celular. Eran alrededor de las 00:20 horas del jueves.
Enseguida, llamó al teléfono de emergencias de la caseta de cobros pero le negaron la ayuda; se comunicó entonces al 066, sin embargo, la operadora expresó que no les competía a ellos, que buscaran otros medios. Lo último que dijo fue que “enviaran a alguien a auxiliar”. Ese “alguien” jamás apareció.
Más de tres horas desamparados, sin que alguna autoridad auxiliara a los recién atracados. Fue hasta las 02:30 horas que una patrulla de la Policía Federal arribó a la zona. Minutos después se sumó al apoyo una unidad de la Policía Estatal de Tránsito.
Los afectados indicaron a los oficiales que sus bolsos se habían quedado en el bus, a 400 metros dentro de la vereda, pero los uniformados tuvieron miedo.
Después de varios minutos, el federal dispersó a los pasajeros en distintos vehículos para que regresaran a Tuxtla, mientras el operador se quedaba en el lugar en espera a la grúa que remolcaría el camión.
En ese momento, las pantallas del transporte público estaban completas, pero en tanto llegó a la caseta para saber el destino de la grúa, habían desaparecido. Los oficiales indicaron que posiblemente fueron los mismos ladrones que regresaron al lugar.
Dieron las 3:00 de la mañana y el grupo se dirigió ante las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para interponer la denuncia pero nadie les hizo caso, en cambio, los mandaron a la Fiscalía de Chiapa de Corzo y de ahí a otras instancias.
Va casi una semana, aparte del asalto y del dinero a crédito que tendrán que pagar sin usarlo, los agraviados tienen la desdicha de que las autoridades aún siguen sin voltear a verlos.

domingo, 24 de julio de 2011

EN EL TRAMO TUXTLA-CHIAPA


Crónica de un caos

*Fue provocado por un tractocamión que se deladeó en el kilómetro 7 de la carretera

OSWALDO RODRÍGUEZ
Foto: ULISES LÓPEZ

La fila de autos partía de la efigie de la Diana Cazadora hasta la entrada de la colonia El Valle; más de 200 vehículos estancados en el abrasante sol de por lo menos 31 grados. El camellón central era el acceso alterno improvisado y el estanque de varios vehículos; la hilera de autos se movía por cada dos minutos sólo cinco metros, los motores crujían, el sonido de las bocinas se multiplicaban. La misma escena se repetía a lo largo de siete kilómetros de la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo.
Varios conductores descendían de sus automóviles y preguntaban a señas la razón del congestionamiento; nadie respondía, todos se enfrascaban en buscar un espacio para seguir avanzando, otros simplemente fruncían el ceño, discutían al aire y remataban con cortes de manga.
Los últimos en la fila estiraban el cuello para cerciorarse de la razón del caos; sin embargo, estaba fuera de la vista, era un tractocamión Dina 800 de plataforma con placas delanteras DA-17-001 y matrícula trasera1B R-56-25 que estaba semi volcado en el kilómetro 7+200 de la carretera.
El operador del camión pesado, Eleazar Maza Corzo, con domicilio en la colonia Cerro Hueco, expresó que la cadena que sostenía una excavadora de oruga —transportada en el tablado— se rompió y la maquinaria cayó a un lado. El peso venció a la unidad, la cual se deladeó hasta sostenerse sólo con sus llantas izquierdas.
La posición de las unidades obstruyó por completo la vía y de inmediato, él y su acompañante, David Flores Álvarez, de 27 años, descendieron asustados. Se dirigían al río Santo Domingo, en la localidad de Chiapa de Corzo, para efectuar trabajos de excavación a orilla del afluente pero su viaje se había interrumpido.
Al poco tiempo del accidente, registrado a las 10:40 horas de ayer, la circulación quedó paralizada, el auxilio tardó en arribar pues las vías estaban congestionadas. Poco a poco, se conjuntaron patrullas de la Policía Municipal, agentes federales y oficiales motorizados de Tránsito.
Pasó una hora, y la desesperación provocó que los automovilistas improvisaran desde rutas alternas hasta elementos de Tránsito “voluntarios”. Uno atravesaban el camellón y otros se atoraban en el intento.
A la hora y media, los agentes viales habilitaron la vía rápida del tramo contrario para agilizar el tráfico, iniciaba frente a la entrada de la colonia Satélite (200 metros delante de la Central de Abastos) hasta la Colonia Lomas del Valle, punto en el que la circulación era dirigida por una joven rubia.
El flujo vehicular en el “nuevo” carril provocaría otro congestionamiento que abarcaría más de un kilómetro; desde la entrada a la colonia Plan Chiapas hasta la zona del accidente.
El caos se había extendido en ambas direcciones de la carretera y las opciones para remover el tractocamión Dina eran limitadas. La unidad pesa aproximadamente 50 toneladas y el espacio para que las dos grúas de ancla maniobraran era pequeño.
Transcurrieron dos horas; la maquinaria seguía intacta y el paso continuaba cerrado. El caos vial se había multiplicado al grado de suscitarse dos accidentes más en la zona. Uno protagonizado entre una camioneta negra y un taxi; otro, por un camión de cinco toneladas y una furgoneta blanca de redilas que transportaba abarrotes.
Los conductores sudaban, veían por cualquier espacio y del aglomerado se percibía el olor a humo y plástico quemado. Al observar de lejos, el panorama chispeaba, ondeaba como en una hoguera a causa del intenso calor en el área.
Patrullas y grúas “remolineaban”, los oficiales cuidaban el paso, vigilaban que ninguno volviera a “colarse” por el camellón y las unidades de arrastre buscaban el lado para reacomodar al camión pesado.
Para librar el congestionamiento, los conductores tenían que esperar por lo menos dos horas y los últimos en la extensa fila fueron desviados hacía el bulevar Juan Pablo II para evitar que la hilera creciera.
Dieron las cuatro de la tarde y los automotores fueron removidos. Más de cinco horas de caos vial en el que por lo menos 200 automovilistas sufrieron los estragos en medio de la desesperación y el infructuoso avance de sus vehículos.

miércoles, 6 de julio de 2011

CRÓNICA

Parto “vial”

• Nace bebé dentro de un taxi

OSWALDO RODRÍGUEZ
Foto: ULISES LÓPEZ

El primer llanto de su vida lo dio en un lugar inesperado y en el tiempo en que todo se convertiría en una sala de parto improvisada. Su padre fue el “médico”, un taxista el “asistente” y el asiento trasero de la unidad en la camilla de un “hospital ambulante”.
La historia comenzó en la parada de un centro comercial del lado oriente de la ciudad, situado justo frente a la estación de la Policía Municipal. Marcelino Pérez Sántiz, de 34 años de edad, abordó -junto con su esposa- el vehículo de alquiler con el número económico 1449 y marcado con las placas de circulación 85-09-BHD, sin saber que esa unidad sería el cobijo de su hija.
Marcelino había suspendido su oficio de vender dulces en la capital porque a su esposa, Juana López Ruiz, de 28 años, le acrecentaban los dolores de parto. Pidió el viaje al cuarto que renta en la 1ª Oriente entre la 3ª y 4ª avenida Norte, dejó su cajón de madera y subió de nuevo al auto.
— ¿Cuánto me cobra a San Juan Chamula?, preguntó al taxista.
— ¿A Chamula?, cuestionó el chofer y anonadado repuso, — no te va a dar tiempo amigo, mejor los llevo al hospital.
— Por favor, lléveme a mi pueblo, mi hijo ya va a nacer.
César Trujillo, de 44 años, conductor del radiotaxi, convenció a la pareja de ir a un centro médico de Tuxtla para el nacimiento del bebé.
Los gemidos aumentaron y el operador de la unidad pisó el acelerador, manejó en sentido contrario, prendió sus luces y utilizó el claxon como sirena de ambulancia para abrir el paso. Era resguardado por una agente del agrupamiento femenil de Tránsito, quien lo acompañó en la hazaña.
De pronto, a la altura de la 5ª Avenida Norte y 4ª Oriente, el enérgico grito del bebé hizo voltear la cabeza hacia sus pasajeros.
— ¡Ya nació mi hijito!, exclamaba Marcelino, quien tenía los ojos llorosos casi cristalinos y el bebé en sus brazos.
El asiento y su ropa estaban ensangrentados. La madre con poca fuerza, sólo bosquejó una pequeña sonrisa y cruzó un par de palabras en tsotsil a su esposo.
Según sus cálculos, su hijo nacería el 5 de agosto, pero el calendario aminoró el tiempo y nació al medio día del 5 de Julio. Pasó de ser signo Leo a Cáncer.
Cinco minutos después del parto, el taxi se aparcó en el estacionamiento de la Cruz Roja Mexicana. El conductor estaba extasiado. De sus 30 años como taxista nunca su unidad se había convertido en nosocomio ni en sala de parto. Había servido para transportar a mujeres a punto de dar a luz pero llegaban a tiempo. El pasaje número 10 del día rompería los esquemas.
Sabía que hizo lo correcto. Si la pareja decidía regresarse a San Juan Chamula, una comunidad ubicada a 10 kilómetros después de San Cristóbal de Las Casas, el parto podía complicarse.
El asiento trasero de su unidad estaba cubierto de sangre pero no le importaba. “La sangre se quita con el agua, pero esta experiencia jamás se borrará”, expresó el taxista oriundo de San Fernando.

PRIMERIZOS
A Marcelino se le ve preocupado, camina por los pasillos de la Cruz Roja, entra, sale, se reclina en la pared y vuelve caminar con la misma sincronía. El sudor en su rostro aún no ha cesado. No trae “un quinto”, salió de su domicilio sin un peso en el bolsillo y tampoco había contemplado los gastos médicos porque su hijo nacería hasta agosto.
En suma, su salario es muy poco (30 o 40 pesos al día), suspendió su venta, son primerizos y apenas tienen siete meses viviendo en la capital. Sin embargo, la plática con el taxista le sacó una sonrisa, camina erguido e ingresa a la sala de la clínica para ver a su esposa.
Su bebé, es una niña, pesa 3 kilogramos y mide 42 centímetros. Sana y salva. Eso le cambia su semblante; ríe discreto.

— Y ¿quién cortó el cordón umbilical?, le pregunta el médico.
— Nadie. Cayó solito, responde Marcelino.
El galeno suelta una sonrisa y sigue llenando la hoja de registro.

viernes, 17 de junio de 2011

EN PLENO CENTRO CAPITALINO


Roban en casa de periodista

*Indignada por la falta de seguridad en la capital del estado

OSWALDO RODRÍGUEZ
Foto: ULISES LÓPEZ

Indignada y con un documento legal en la mano, Margarita Farrera Pola, encargada de un programa de entrevistas en una televisora local, recorre a pasos lentos los pasillos de su departamento que apenas días atrás fue irrumpido por un par de asaltantes.
A sus 84 años de edad nunca había sido víctima de la delincuencia hasta el pasado martes. Se percató por pura coincidencia, cuando su sobrino-secretario, Erick Farrera Orozco, se dirigió a la cocina para servir un café a los invitados. Ambos, junto a otros acompañantes, habían regresado a las 20:15 horas del martes de su programa televisivo “Chiapas nuestra casa”, transmitido en horario vespertino.
—Hijo, sírvenos un café— le indicó a Erick desde la mesa, pero extrañamente la cafetera no estaba en el lugar. Lo mismo pasó con la licuadora, el horno de microondas, el horno de cristal y el procesador de alimentos.
—Creo que entraron a robar— fue su respuesta.
Los dos se dirigieron a la oficina y sólo estaba el espacio vacío, antes ocupado por un pantalla de su computador de 18 pulgadas marca Acer y le habían sustraído también tres impresoras, dos de ellas multifuncionales, un modular, dólares y billetes viejos de denominación extranjera.
Tras la revisión, se encaminó hacia su dormitorio, en el que faltaban dos anillos de brillantes de un cuarto y medio kilates, respectivamente; un ventilador de pedestal, una cámara digital Sony y tres alhajeros, uno de ellos recién regalado por su hijo el 2 de junio, día de sus cumpleaños.
Eran alhajas de toda su vida, recuerdo de infancia y regalos obsequiados por su madre.
Los delincuentes —supone Margarita— forzaron el cuadro de la ventana y quitaron sus macetas para ingresar un alambre de casi un metro, doblado en círculo al final, para jalar la manija de la puerta de la cocina y poder abrirla.
Fue así como presume que su apartamento 7, del conjunto habitacional número 251 ubicado en la 3ª Avenida Norte Oriente, fue perpetrado.

***
Margarita, tras percatarse del atraco, intentó comunicarse con Gabriela Zepeda, titular de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, pero fue imposible, nadie contestó el interfono. Lo mismo pasó con los números de Atención Ciudadana que siempre suenan ocupados.
La periodista cintalapaneca recalca su indignación en contra de lo que se supone “vivimos seguros”, remató.
—No hay policías de Proximidad en la zona, a pesar que frente a mi domicilio está el mercado “20 de Noviembre”.
Después de no recibir auxilio, intentó acudir con el alcalde municipal, pero dijo “es más fácil hablar con Dios que con Yassir Vázquez”.
Fue entonces como ayer por la mañana se dirigió al Centro Administrativo de Justicia 4 Palmas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para levantar la averiguación previa número 389/CAJ4-2/2011 con respecto al robo.
Irónicamente, el fiscal del Ministerio Público que la atendió tenía el rostro golpeado, pues un día antes él también había sido víctima de la delincuencia.

jueves, 2 de junio de 2011

EN LA CAPITAL DE CHIAPAS


Asesinan a taxista

Tenía un tiro en la cabeza y su unidad estaba a dos cuadras del cadáver

OSWALDO RODRÍGUEZ
Fotos: ÁNGEL HERNÁNDEZ

Su cuerpo estaba tirado de bruces sobre un charco de agua y con un tiro en la cabeza; yacía a mitad del bulevar La Victoria, a dos cuadras del lugar en el que su taxi fue abandonado por sus agresores.
La unidad con placas de circulación 5914-BHE y número económico 0842 estaba a orillas del único campo de futbol de la colonia, con el autoestereo encendido a bajo volumen y con el borde inferior de la puerta del piloto manchado por diminutas gotas de sangre.
Horas antes de su muerte Daniel Cruz de la Cruz, de 31 años, fue visto por uno de sus compañeros aparcándose cerca de un depósito de cervezas en respuesta a la parada que dos personas le hicieron segundos atrás.
Incluso el compañero que lo vio pasar respondió al saludo con un toque de claxon como acostumbraban hacerlo cuando se encontraban.
La noche anterior -narraron sus compañeros- Daniel había tenido una conversación con varios de sus colegas a través del canal del radio; algo inusual, pues dijeron casi nunca lo hacía. Esa misma noche, su hermana mayor tuvo una inquietud que le quitó el sueño.
Horas después, le llegó la muerte.
Alrededor de las 2:00 de la madrugada del jueves una bala traspasaría su cabeza y pondría fin a sus más de 10 años al servicio del volante.
Daniel era conocido por los colonos de La Condesa, lugar en el que vivía con su esposa y sus tres niños (dos niños y una nena). Al parecer él era el único varón de tres hermanos.
Sus compañeros de trabajo estaban incrédulos al observar que frente a ellos Daniel yacía sin vida.
Poco tiempo después, arribaron las autoridades policiacas, el fiscal del Ministerio Público y personal del Servicio Médico Forense (Semefo) quienes se encargaron de llevar el cadáver a la morgue.
Las primeras investigaciones, según contaron los oficiales, marcan la existencia de varias hipótesis respecto al asesinato.
Se contempla un presunto asalto en el que los delincuentes arremetieron contra Daniel cuando estaba a bordo de su unidad de pasajes, enseguida, le dispararon y lo aventaron mientras intentaban huir con el mismo vehículo.
De igual forma consideran que durante el atraco, el ruletero forcejeó contra sus intimidadores, se bajó del taxi y antes de huir le asestaron un balazo en la cabeza.
Sin embargo, de acuerdo a la fuente, al parecer el occiso tenía todas sus pertenencias.
Asimismo tampoco se descarta la existencia de un supuesto un ajuste de cuentas. No obstante, los agentes especializados siguen con las investigaciones pertinentes respecto al caso.

miércoles, 1 de junio de 2011

EN EL MONUMENTO A LA BANDERA


La encontraron muerta

Tenía un balazo a la altura del pecho y una pistola en la mano izquierda

OSWALDO RODRÍGUEZ
Foto: ULISES LÓPEZ

Tuxtla Gutiérrez.- Con una herida de bala a la altura del pecho y un revolver cerca de su mano izquierda fue encontrada una mujer bajo una de las bancas metálicas del monumento a la bandera situado en el Parque Bicentenario “José María Morelos y Pavón”. Al parecer el cadáver tenía entre cuatro a cinco horas en el lugar.
Según relataron los dos jóvenes que hicieron el llamado a la ambulancia, ellos dieron con el cuerpo sin vida alrededor de las 13:30 horas de manera accidental.
Narraron que ambos habían ido a tomar unos refrescos al pie de las estatuas y después de unos minutos de charla, Brian Eduardo Santos López y Daniel Velasco Alfaro, de 17 y 16 años respectivamente, se dirigieron a los cestos de basura para depositar los envases y fue cuando se percataron que justo frente a ellos, yacía el cuerpo de una mujer en el suelo.
La fémina portaba una gorra negra desteñida marca Adidas, una blusa oscura con mangas de tres cuartos, unos jeans azules y zapatos cafés de gamuza; sin embargo, su mano izquierda estaba cubierta con una chaqueta de mezclilla, la cual dejaba entrever una pistola calibre 22.
Fue entonces que el par de jóvenes dio aviso a la Cruz Roja Mexicana para que los paramédicos se encargaran de la atención. No obstante, al arribo de estos dictaminaron que el cuerpo estaba sin vida.
En entrevista con la Policía Municipal, Brian y Daniel, explicaron que al principio pensaron que se trataba de algún muñeco o de un indigente pero al acercarse se constataron que la mujer no respiraba y de inmediato dieron parte a la mencionada institución médica.
La información preliminar manejada por las autoridades, es que se trató de un supuesto suicidio perpetrado horas antes aunque según fuentes extraoficiales de la policía tampoco se descarta la posibilidad de un asesinato debido a que en el lugar no se encontró algún cartucho percutido.
Luego de la llegada del Fiscal del Ministerio Público (MP), los encargados del peritaje encontraron que entre el cadáver estaba una credencial de la occisa quien fue identificada como Marcela Moya Morales, de aproximadamente 38 años y con domicilio en la 5ª Oriente Sur número 276.
De acuerdo a las primeras investigaciones, al parecer Moya Morales tenía de entre cuatro a cinco horas en el lugar antes de ser encontrada. Tras levantar las pesquisas iniciales, el cuerpo sin vida fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para realizarle la necropsia de ley correspondiente.

martes, 31 de mayo de 2011

EN TUXTLA GUTIÉRREZ



Exigen cumplimiento de Villa Rural

Afectados denuncian que viven en chozas de 4 por 4 metros, en condiciones inhumanas

OSWALDO RODRÍGUEZ
Fotos: ULISES LÓPEZ

Viven hacinados, de 10 a 15 personas en una vivienda de cuatro por cuatro metros cuadrados, sin agua potable y con calles de tan sólo metro y medio de distancia entre las casas. Han muerto cuatro bebés y una madre en postparto; cuatro jóvenes más se han ahorcado.
Desde hace cuatro años les habían propuesto crear en el campamento “General Emiliano Zapata” perteneciente al municipio de Tecpatán, una villa rural sustentable, pero los habitantes siguen esperándola.
Han firmado más de cien minutas; la última de ellas pactaba el inicio de las construcciones el 26 de Marzo; sin embargo, los habitantes dicen “ni una sola maquinaria se ha parado”.
Desesperados, un numeroso grupo llegó hasta las oficinas del Instituto de Población y Ciudades Rurales -en la capital chiapaneca- para protestar de manera enérgica por el incumplimiento.
Llegaron más de 300 inconformes a bordo de tres autobuses rentados y de tres camionetas particulares, era un tumulto de hombres, mujeres y jóvenes quienes arremetieron contra tres vochos, un Chevy, un Pointer, una camioneta Silverado y a “palos” golpearon la fachada del edificio situado en el bulevar San Cristóbal de la colonia Moctezuma.
Los manifestantes aseguraban que las 243 viviendas y los más de mil habitantes viven en condiciones inhumanas, “sin agua, drenaje y compartiendo baños comunitarios”.

LA LLEGADA
Eran alrededor de las 11:00 horas y el grupo llegado desde una comunidad ubicada a unos 100 kilómetros al norponiente de Tuxtla Gutiérrez, exigió al director del Instituto Alejandro Gamboa, se cumpla el compromiso asumido hace cuatro años.
En ese tiempo, el gobierno creó un fideicomiso de 100 millones de pesos para la edificación de una Villa Rural, y sólo se dieron 20 millones con los que se iniciaron a construir las vivendas. Después de eso, la obra quedó paralizada.
Es por ello que exigieron se destine el complemento para concluir la obra que les dará una vida digna, pues aseguran que las condiciones insalubres en las que viven ha provocado que recientemente hayan fallecido cuatro bebés y uno de ellos junto con su madre.
El grupo, impulsado por la impotencia de que no recibir una noticia favorable, semi destruyó un Volkswagen de la institución, al que le pincharon los Neumáticos y rompieron los cristales; otros vehículos corrieron con el mismo destino.
Mientras se entablaba el diálogo con Alejandro Gamboa López, Director del Instituto de Población y Ciudades Rurales, la zona se convirtió en una barricada de elementos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSyPC) quienes vigilaban el desarrollo de la manifestación.
Después de más de una hora de discusión, Gamboa López, se comprometió a iniciar la reconstrucción el próximo lunes, en la que se valdrá de la mano de obra de los habitantes, mismos que percibirán de un sueldo base.
Aseguró también que el pago será de forma directa a través de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en coordinación con la Función Pública y el Instituto al que dirige.

lunes, 30 de mayo de 2011

EN COMITÁN




Enfrentamiento entre transportistas

Deja por lo menos 50 personas heridas, varias de gravedad así como vehículos destrozados y daños en el Hospital Regional

Texto y fotos: NEHEMÍAS JIMÉNEZ
EL HERALDO DE CHIAPAS

Comitán.- Decenas de personas heridas, varias de ellas de gravedad, además de varios vehículos dañados y destrozos en el Hospital Regional, dejó varios enfrentamientos entre organizaciones antagónicas del transporte, cuyos miembros se agredieron con piedras y palos.
Todo inició hacía las 9:00 de la mañana, cuando al parecer miembros de la organización de Transportistas Concesionados de Comitán (Turcom), y Plan de Ayala, retuvieron la unidad 08 de la Sociedad de Transporte Mixto “Chamentic”, adherida también a la línea de transporte San José Berlín, en las inmediaciones del Parque de San Sebastián de esta ciudad.
Fue horas más tarde que los integrantes de “Chamentic” y San José Berlín retuvieron tres vehículos del grupo rival, los cuales fueron encerrados en el Salón de Usos Múltiples de la colonia San José Yocnajab.
Eran ya alrededor de las 4:00 de la tarde cuando cientos de hombres de la ranchería Cash, de la (Turcom) y otras organizaciones, encabezados supuestamente por Ramón Espinoza López; José Luis Gutiérrez Aguilar; Raúl Espinoza Luna; Roque Gutiérrez Aguilar; Daniel Sánchez, llegaron a San José Yocnajab, a rescatar sus automóviles.

***

Para rescatar sus automotores, los pobladores de Cash amarraron una cadena en una camioneta y derribaron la puerta del salón del poblado.
Fue en ese primer encuentro en el que varias personas resultaron lesionadas. Entre los heridos de la comunidad San José Yocnajab están José Ángel López Aguilar; Absalón Culebro; Manuel Gómez Hernández; Manuel Barrio Culebro; José Gómez; Rosa Gómez García; Máximo Aguilar Gómez, quienes fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana.
Los socorristas trasladaron a dos personas heridas al nosocomio para que recibieran atención médica.
Ahí mismo, Guadalupe Espinoza López, de 55 años de edad, con domicilio en Cash, circulaba a bordo de un Volkswagen blanco, el cual fue identificado como miembro del grupo contrario, por lo que fue retenido.
La unidad de Espinoza López prácticamente fue destruida y él fue ingresado a la cárcel comunitaria.

***

Rosa Gómez García, presunta líder de San José Yocnajab, se dirigió a la Fiscalía Regional a denunciar los hechos.
Ya casi eran las 5:30 de la tarde cuando el grupo de Gómez García, por motivos desconocidos, se desvió al Hospital Regional, donde comenzó el segundo enfrentamiento con un grupo de taxistas de las organizaciones rivales.
En el nosocomio se encontraban los heridos de la comunidad Yocnajab y Cash, por lo que se presume que ahí se desató nuevamente la violencia.

***

En la reyerta, los pobladores y transportistas de Yocnajab lograron asegurar la 9ª Sur, entre 3ª y 2ª Poniente, además de tomar el área de urgencias del Hospital.
Armados con resorteras, palos, fierros, hicieron que los taxistas retrocedieran varios metros y dejaran a merced sus unidades, las cuales fueron volcadas por el contingente.
Un total de tres taxis fueron invertidas por la muchedumbre, que no dejaba que los choferes pudieran evitarlo.
Aproximadamente a las 7:00 de la noche, los transportistas de la Turcom y otras, cercaron al reducido grupo que mantenía tomadas las calles que rodean el Hospital.
Fue entonces que se dio el tercer choque violento. En esta acción hicieron retroceder al grupo de Gómez García, el cual tuvo que refugiarse dentro del nosocomio y algunas viviendas cercanas.

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Los asalariados sacaron a golpes, garrotazos y pedradas, a los individuos que se escondían en el área de espera del Hospital; lograron asegurar a nueve que acostaron boca abajo, sobre la cinta asfáltica.
La gresca hizo que varios de los habitantes de Yocnajab corrieran por las calles aledañas para poder escapar del grupo de taxistas de la Turcom.
Fue sobre la 2ª Poniente, entre 9ª y 10ª Sur, que los “chafiretes” rompieron los cristales de tres supuestos vehículos rivales, entre ellos una camioneta y una “combi”.
Ante la imparable “ola de violencia” que se había desatado, intervinieron elementos militares para poder apaciguar la trifulca.
Los efectivos del Ejército se replegaron por las calles e hicieron que la multitud de personas se esparciera.
El contingente de las organizaciones “amigas”, de la Turcom, se llevó a las nueve personas que habían sacado y detenido del nosocomio a una presunta “casa de seguridad”, para que no fueran rescatados.
Será en las siguientes horas que los líderes y funcionarios del gobierno del estado resuelvan el conflicto.

domingo, 29 de mayo de 2011

EN LA CAPITAL CHIAPANECA



Escapa mujer secuestrada

*Fue raptada en Tierra Blanca hace una semana

Oswaldo Rodríguez.-Una mujer logró escapar de sus captores después de permanecer secuestrada por una semana en la capital. La víctima fue traída desde Veracruz el domingo 22 de Mayo, según confirmaron autoridades policiacas.
De acuerdo a la versión de Fabiola Jazmín Hernández, de 29 años, el día de su secuestro ella salió de su domicilio ubicado en el Barrio Santa Lucrecia, de la localidad de Tierra Blanca, Veracruz, para hacer unas compras en un centro comercial.
Sin embargo, a mitad del camino al parecer dos sujetos la “treparon” a un vehículo, la maniataron y le vendaron los ojos.
Después del presunto secuestro, Jazmín Hernández apareció en Tuxtla Gutiérrez, en una vivienda de la cual dijo no tener ni el menor conocimiento de dónde se encuentra; permaneció unos días ahí, bajo la custodia de sus raptores.
Fue entonces que minutos antes de las 10:00 de la mañana de ayer, la mujer aprovechó que uno de los supuestos delincuentes salió de compras para ingresar al baño y extraer un insecticida del estante.
Con el producto en mano, Fabiola se dirigió hacia el otro captor y roció el líquido directo a sus ojos para escapar de la vivienda, corrió algunos metros y al observar que el segundo delincuente cruzaba la calle paró un taxi que circulaba por la zona.
—¿A dónde lo llevó? Le preguntó el taxista.
—Fui secuestrada, lléveme a la terminal —contestó Fabiola.
Entonces el chofer decidió bajarla cuadras más adelante, justo en el Parque Central para que la afectada oprimiera el botón de emergencia situado frente a la iglesia de San Marcos.
Al descender, Fabiola fue directo a un policía municipal, quien de inmediato pidió apoyo a los demás miembros de su corporación así como el auxilio de la Cruz Roja Mexicana.
La mujer, quien dijo ser gerente de la compañía celular Nextel en el estado de Veracruz, tenía tanto los brazos, el rostro así como el pecho amoratados, por lo que se presume fue golpeada por sus captores.
Por ello, aunado a la crisis nerviosa que presentaba, los paramédicos de la benemérita institución decidieron trasladar a la fémina a un centro médico que por protección prefirió omitirse.
Después de recibir la atención médica, la dama fue llevada según fuentes extraoficiales por personal de la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO) a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para rendir su declaratoria.

miércoles, 25 de mayo de 2011


Otro asalto en la capital

*Roban 658 mil pesos a trabajadores de Oxchuc en pleno centro de la ciudad

Oswaldo Rodríguez.- La cantidad de 658 mil pesos en efectivo les fueron arrebatos a tres trabajadores provenientes de Oxchuc en la Segunda Avenida Norte, entre las Calles 1ª y 2ª Oriente de la capital. Los asaltantes iban armados a bordo de una motocicleta.

El atraco se perpetuó a las 13:45 horas de ayer; Humberto Felícito Ruiz, manejaba la camioneta tipo Luv con laminillas DB-61769, sus acompañantes: José Alfredo González iba en medio del asiento y María Eréndira Hernández, esposa del segundo, ocupaba el espacio derecho de lado de la ventanilla.

Los tres trabajadores de la empresa Diconsa, en el municipio de Oxchuc, hicieron una transacción bancaria en Bancomer de Plaza Bonampak; tras ello, se dispusieron regresar a su localidad; sin embargo, a la altura de la Catedral San Marcos, José Alfredo le dijo al conductor que un vehículo color blanco los seguía, le ordenó entonces que doblara en la 2ª Oriente justo por la entrada al estacionamiento de Palacio de Gobierno.

Debido a que la unidad sospechosa los seguía, decidieron buscar a la Policía por lo doblaron sobre la Segunda Norte, rumbo al paso a desnivel o también conocido como “La Fayuca”.

Aún así, el coche aún los seguía. Fue entonces que a unos metros de llegar al paso a desnivel, José Alfredo le dijo de improviso que se metiera en el estacionamiento público de enfrente.

No obstante, en la maniobra Felícito Ruíz se pasó un metro y debido al automóvil que venía detrás, no podían regresar. En ese momento, se les acercó un sujeto armado, quien los encañonó y les obligó a dar el efectivo.

Los foráneos quedaron perplejos y el presunto delincuente amagó a una de las víctimas, fue así como los agraviados accedieron a entregar los 658 mil pesos que momentos atrás habían retirado en la mencionada sucursal bancaria.

Con el botín en mano, el atracador corrió unos metros y abordó una motocicleta en donde lo esperaba una persona más. Según información extraoficial, al parecer uno de los afectados resultó lesionado durante el atraco, aunque se desconoce si fue golpeado por la cacha de la pistola o en el forcejeo con el asaltante.

martes, 24 de mayo de 2011


EN TUXTLA GUTIÉRREZ

Secuestro express

*Cinco personas armadas capturan a una mujer en pleno centro capitalino

Texto y Foto: ULISES LÓPEZ

Una mujer fue secuestrada la noche del martes por cinco sujetos fuertemente armados, quienes huyeron con dinero en efectivo y un minicomponente. Los presuntos delincuentes amordazaron a su víctima y para luego dejarla en la parte de atrás de su vehículo sobre la avenida río Chankalá y calle Lagartero de la colonia Albania Alta.

La policía dio con la afectada mediante una llamada telefónica por parte de un taxista vigilante quien alertó a las distintas corporaciones policiacas sobre el hecho.

Enseguida se conjuntaron en el sitio varios elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) quienes pidieron el apoyo de paramédicos de la Cruz Roja Mexicana,para que brindaran los primeros auxilios a la dama ya que presentaba crisis nerviosa, la mujer se identificó como Ana Karina Corzo Pérez, de 27 años de edad.

Una vez tranquila Karina Corzo, madre de dos hijos, informó a las autoridades que alrededor de las 14:00 horas salió de su casa ubicada en la 1a Sección de la colonia Las Casitas, cuando una camioneta RAM negra la comenzó a seguir pero no le tomó importancia y continuó manejando su vehículo un Nissan Tsuru con placas DRG-115 propiedad de su esposo, Eber Pérez Ortega, quien trabaja como conductor de Transportes “Rápidos del Sur”.

Karina Corzo arribó a Crediland por un minicomponente y después efectuó otros mandados. A las 18:00 horas, ella circuló con dirección a su domicilio, tomó la Avenida Central y al llegar a la 6ª Oriente dobló para incorporarse; sin embargo, abruptamente el vehículo que la iba siguiendo le hizo corte de circulación.

Fue entonces que cinco sujetos encapuchados y vestidos de negro, salieron de la unidad, la encañonaron y la obligaron a descender de su automóvil, la tomaron del cabello y enseguida la metieron a su camioneta. Más tarde, la mujer fue abandonada en el sitio mencionado.

En ese instante su madre, Julieta Corzo Pérez, acudió al lugar del hecho y al ver a su hija amordazada se desplomó en el suelo pues creía que estaba muerta, las autoridades le informaron que se encontraba estable.

Julieta Pérez dijo que horas antes intentó hablarle a su hija pero la evadía. Ella había ido a tienda la tarde de ayer a ponerle 50 pesos de saldo a su celular, por lo que al instante le marcó a su hija y esta le respondió que iba manejando, una hora después volvió a marcarle y contestó lo mismo, su insistencia cesó y al caer la medianoche le marcó una vez más y fue cuando su hija le dijo que llegaría a la casa mañana y que dejara de molestar. Karina tuvo que emplear estas frases pues estaba secuestrada.

Julieta Corzo pidió a las autoridades que no le informaran nada a su esposo pues conduce con frecuencia, además manifestó que no sabe las razones del porqué su hija fue tratada de esa manera ya que son una familia sin problemas y de escasos recursos.

De acuerdo a los últimos informes, las autoridades seguirán las diligencias del caso con base a la declaración de la secuestrada.

Crónica

EN CHIAPAS SOLIDARIO

Murió por amor

*Se colgó de una cadena

Oswaldo Rodríguez .- Su padre lo esperaba en un establecimiento de la Calzada al Sumidero, pero nunca llegó. Estaba muerto; José Luís, se había quitado la vida.

A sus 22 años no había probado alcohol ni cigarro, era un joven sin vicios, pero se rompería el día en que vio a su novia con otro.

Era un sábado en la tarde, cuando José Luís Gómez Villareal vio a la mujer con la que llevaba cuatro años de relación con otro hombre, sólo platicaban guardando su distancia, pero lo interpretó de diferente manera debido a los constantes rumores de infidelidad comentado por los vecinos.

José Luís vivía frente a ella, en el Lote 1, Manzana 93 de la colonia Chiapas Solidario, una vivienda de dos pisos situada justo en la esquina de la Avenida Tziqueté entre las calles Copal y Copalillo.

Regresó a su casa y se dirigió a su cuarto ubicado en la segunda planta. Su madre, subió a verlo y después de cenar junto a su hermana mayor Laura Moreno, de 29 años, tuvieron lo que fue su la última conversación.

—Voy a salir, ma’

—Está bien, sólo no vayas a llegar muy tarde, ve con cuidado, contestó su madre.

José Luís, salió por primera vez a tomar en un bar fuera de la colonia; tardó un par de horas y a su regresó se encontró con una “cuadrilla” de jóvenes con los que siguió bebiendo hasta tarde. Al final, ingresó a su casa.

EL DÍA DE SU MUERTE

Luego de la noche anterior, José Luis, acordó con su padre verse en un establecimiento en la Calzada al Sumidero a las 11:00 horas de ayer para comprar escombro que utilizarían para la construcción de una segunda rampa en la entrada de Chiapas Solidario, hecha por todos los colonos.

El joven, a encomiendas de su padre, llevaría el carro al local para que en él transportaran el material, pero José Luís ni siquiera lo tocó.

Fue a las 9: 30 de la mañana —una hora y media antes de estar con su padre— cuando José Luís tomó un delgado lazo amarillo del tendedero, subió a la segunda planta, ahí apoyado de una cadena se la ató al cuello.

Su madre, doña María Eugenia Villareal Gordillo, sólo escuchó un grito y subió de inmediato.

Su hijo menor agonizaba en la horca.

Lo bajó de prisa, y se comunicó a la Cruz Roja.

Los paramédicos llegaron en seguida pero José tenía la tráquea desviada; su pulso disminuía e intentaron reanimarlo; sin embargo, el joven falleció.

María Eugenia estaba incrédula, y se aferraba al cuerpo de José Luís, cayó en una crisis nerviosa, tomó un cuchillo e intentó seguir a su hijo, los vecinos ingresaron a ayudarla y entre cuatro lo sacaron de su casa mientras gritaba “no lo voy a enterrar, lo voy a tener conmigo”.

Minutos después ingresó al cuarto de su hijo y vio un papel sobre la cama, en él que José había escrito un último mensaje “Mamá perdóname por lo que hice, no fui un buen hijo, ahí ven que hacen con mis cosas”.

Se refería de entre todas, al traje adquirido días antes para su clausura, pues en junio, él terminaría la prepa, se graduaría del Cbtis 138 pero José Luís prefirió un destino diferente.

“No lo voy a enterrar, lo voy a tener conmigo” volvió a repetir su madre, mientras veía que el cadáver de su hijo era levantado por el Servicio Médico Forense (Semefo) para ser llevado la morgue.